Ni Mario Zamora vio venir aquella estampa de un Salón 53 atestado de mujeres. Las mujeres delante de él, no atrás ni a un lado. Al frente. Más de mil 200 mujeres daban vida a una cruzada, a una rebelión de tacones por el próximo gobernador de Sinaloa.
Desde la antesala del salón va sintiéndose la esencia de mujer.
Llegaron empresarias desde muy temprano. Acá gritaban las de la industria textil. Allá las amas de casa bailaban la canción de campaña de Mario Zamora.
Las mujeres del tianguis de la Huizaches se sacaban una selfie grupal con el candidato de la coalición Va por Sinaloa.
Las trabajadoras de gobierno y las jóvenes bailaban. Las amas de casa aguardaban al saludo y se atrevían con uno que otro grito.
Previo al arranque del evento el presentador les pidió ponerse de pie. Tacones firmes y las manos en alto. Entonces más de mil puños empezaron a azotar el aire. Más de mil mujeres gritando duro, duro, duro.
Mujeres que llegaron en camión urbano, en sus vehículos, de raite con la amiga.
Las mujeres, de las que Mario Zamora ha dicho que estarán en la toma de decisiones de su gobierno, las que lo llevarán a la victoria el próximo 6 de junio, en las elecciones en que habrá de renovarse la gubernatura.
Por amor a Sinaloa nos hemos reunido, dijo Irma Moreno, presidenta del Organismo Estatal de Mujeres Priistas.
Leti Castillo, líder de las mujeres de la industria textil de Sinaloa, se puso sincera.
“No te conocía, Mario. Yo no iba a votar pero ahora sí voy a votar por esta alianza…No me rajo. Porque soy mujer de palabra por eso estoy aquí. Porque lo que digo te lo cumplo”.
Sus palabras provocaron el escándalo, los gritos. Y es que con casi nada explotaba la algarabía.
Wendy Ibarra, esposa de Mario Zamora, también habló: “Mi Mario trae en el alma y el corazón defender a las mujeres. Es un hombre de palabra. No se raja. Con mi Mario Zamora si se van a hacer las cosas”.
Luego Gloria Salazar, empleada de gobierno que fue secretaria de Zamora en la Secretaría de Administración y Finanzas, recordó cuando futureaba: “Usted al rato va a ser el candidato a gobernador. Se me fue lejos. Y ahora lo quiero como gobernador de Sinaloa. Voten por él”.
Eran las dueñas, las jefas, las patronas. Su libertad y alegría por una campaña que sube y sube y suma y suma conciencias. “Habrá futuro para ti puro pa’delante”, dice el jingle.
Mario Zamora estaba ante ellas. Las mil 200 mujeres. Todas aquellas que habían ido a verlo, a escucharlo.
“No entiendo el mejor desarrollo de Sinaloa sin las mujeres. Vamos a hacer un gobierno de mujeres, con mujeres y para las mujeres”.
Son mi apuesta, le dijo. “Mujeres, en ustedes está el triunfo. De su mano, con ustedes, es como vamos a ganar. De su mano y con ustedes es como vamos a gobernar“.
Las mil 200 mujeres se enfilaron en busca de las salidas del salón 53. Iban a sus colonias, volverán a sus oficinas, a sus círculos de amigas, a las esquinas, a las plazas comerciales y parques públicos a replicar el mensaje: votemos por Mario Zamora.
Y el mensaje empezó a esparcirse, a dispersarse, a diseminarse por todos lados desde este Salón 53, en el sector Tres Ríos de Culiacán. Y ya llega a las calles y avenidas, por las colonias y fraccionamientos, allá por las lomas de la Rosario Uzárraga, por los vados de la 6 de Enero, en Las Quintas y la Guadalupe, en La Conquista y Santa Fe, sobre la 7 Gotas, la Buenos Aires y Alturas del Sur. Es la rebelión de las jefas, que hablan de Mario Zamora, quien quiere ser su empleado.